IMPULSOBAIRES. 2ª PARTE

Cine: “Hay una nueva forma de generar miedo en el espectador”
La Plata - (Por: Belén Bartoli, para Impulso Baires) - Así lo define el director y guionista al corto “Las aguas se tiñen de rojo”, Gonzalo López, el cuál está en exposición en el Cuarto Festival de Artes Audiovisuales de LA Plata (FESAALP) hasta el 19 de septiembre.
En el Centro Cultural Islas Malvinas (19 y 51), Gonzalo López dialogó con Impulso Baires sobre el corto que está exponiendo “Las Aguas se tiñen de Rojo”:
I.B.: ¿Por qué elegiste esa temática para el corto?
G.L.: Porque me gusta el cine de terror, la violencia y la sangre, cuanto más explicita sea mejor… pero para mi eso tiene que ir acompañado de una buena historia que justifique el accionar de los personajes para que no sea todo tan chato y superficial. Particularmente elegí esta temática, la de violación, porque creo fervientemente que el cine de terror puede tener una bajada social clara y profunda, porque, de hecho, dentro de lo social hay un terror/horror que muchas veces resulta mucho más crudo e interesante que una historia de película. Por otra parte, fue una excusa para empezar una búsqueda clara para mis siguientes proyectos, para articular miedos reales con historias de género.

I.B.: ¿Cómo nació la idea? ¿Quién la escribió?
G.L.: La idea nació hace como tres años, de la necesidad, casi obsesiva, de escribir constantemente. En esa época se me metió en la cabeza que la mejor forma de formarme como guionista era escribir todo lo que podía. Entonces me puse como objetivo no bajar de uno o dos cortometrajes por día, buscaba disparadores en las noticias del diario, en la TV, en canciones, en todo.Pero este corto nació distinto porque no tenia idea de lo que iba a escribir pero estaba ahí, sentado ante un documento de Word en blanco esperando que se me ocurra algo potable para cumplir ese obsesivo objetivo. Entonces me acorde cuando hacíamos natación en la secundaria, estábamos solos en un natatorio/gimnasio, y me pregunte: ¿Podría haber pasado algo así? ¿Qué hubiese pasado si pasaba? Ese fue el disparador. No tuve más que desarrollar esas preguntas y mezclar sus respuestas con la realidad social, ya que casi siempre que hay un incidente en la vía pública nadie ve nada, no hay testigos, por lo que solo puede haber justicia por mano propia. Tenía esas dos claves para la historia del cortometraje por lo que decidí mezclar sus tiempos para crear ambigüedad y mostrar que los personajes victima y victimario invierten sus roles logrando ambos empatía con el espectador.

I.B.: ¿Dónde fueron los lugares que filmaste?
G.L.: Por suerte, para mi, pudimos grabarlo en los lugares donde imaginé la historia mientras la escribía. Los vestuarios se hicieron en el Club Matheu (1 y 63) por una cuestión narrativa, ya que la disposición de las duchas y el vestidor eran perfectos para el desarrollo de la acción. Y la pileta y los pasillos los grabamos en “La agrupación” (9 y 63), que es el lugar donde hacia natación en la secundaria y me era imposible despegarme de ese recuerdo. Además la división de vidrio entre los pasillos y la pileta era clave para marcar el deseo violento y carnal los personajes. Aprovecho para agradecerle a ambos lugares por la excelente predisposición.
I.B.: ¿Cuánto tiempo te llevó hacerlo?
G.L.: Escribirlo llevó aproximadamente una hora y luego una revisión previa donde adecuamos el guión a las condiciones que lo íbamos a producir. Grabarlo llevó doce horas, toda una noche repleta de anécdotas. Se hizo prácticamente uno a uno porque no había tiempo ni para el más mínimo error. Sabiendo esto, tuvimos varias charlas con los actores donde diagramamos cada una de las acciones y cómo sus personajes llegaban al cortometraje.Con el equipo técnico también hubo muchas reuniones donde definimos absolutamente todo. Con arte y fotografía, Christian Lisa y Leonardo Druventi, respectivamente, pensábamos prácticamente igual por lo que aprovechamos las charlas para complementar y explotar cada idea al máximo.Todo fue muy rápido porque desde que decidimos hacer el cortometraje hasta el día del rodaje no paso más de un mes, el equipo de producción conformado por Gloria López y Bernabé Demozzi fue contundente, gracias a eso llegamos en tiempo y forma al rodaje.La post producción también fue muy rápida, aproximadamente tardamos un mes para montaje, retoque de color, diseño de títulos y de banda sonora. En conclusión, el corto tardó dos meses y pico desde el punto 0 hasta que estuvo terminado.

I.B.: ¿Tuviste apoyo de algunas productoras?
G.L.: Si, esta producción es compartida por varias productoras.
I.B.: ¿Cuáles?
G.L.: Primero quiero mencionar el apoyo incondicional de Ornela Zubizarreta, quién fue productora ejecutiva y asistente de dirección del cortometraje, sin ella no se habría podido realizar esta producción ni hubiese estado en festivales.También conté con el apoyo de Carlos Vallina y Fernando Arizaga, ya que el cortometraje nació como trabajo práctico final para su cátedra de realización 4.Luego el departamento de cine de Bellas Artes nos brindo su apoyo facilitándonos equipamiento técnico.“Haima Films”, “Las vacas vuelan” y “Absurdo” producciones fueron las co-productoras, las dos primeras fueron de rodaje y la última de postproducción.Además el cortometraje es presentado por Fabián Forte, un director de cine de Buenos Aires que comparte esta filosofía y a quien la historia lo había cautivado desde un principio.

I.B.: Estuvo buena la idea de dejar un mensaje al final.... ¿por qué lo hiciste?
G.L.: Porque básicamente, me parece que puede haber una nueva forma de generar miedo en el espectador que es aproximándole la violencia, metiéndola en su entorno, mostrándole que lo peor puede estar en un lugar cotidiano. Es un shock muy grande saber que en cualquier momento algo puede pasarte y que nadie va a ver o escuchar nada, que no habrá testigos aunque estés en medio de una peatonal en hora pico, porque el temor y el egoísmo parecen cerrar a las personas que ven todo pero no atestiguan nada simplemente porque no quieren que algo les suceda ni comerse el garrón de perderse ni un solo día en tribunales.En la frase del final busco mostrar eso y lograr una interacción del cortometraje con el espectador que vaya por un lado más reflexivo, que plantee interrogantes y exija respuestas claras y precisas. Es un cierre para esta idea, es el momento donde tomo postura por los que no fueron escuchados y un juego, porque siempre que en una película pasa una situación similar surge “mira que nadie va a escuchar nada” y el corto juega con el espectador preguntándole, de modo un poco más poético, “¿Estás seguro de que nadie escucho nada?”
I.B.: ¿Cuál es el futuro a seguir del corto?
G.L.: El corto estuvo en MARFICI (Mar del Plata, Argentina), en la sección de cine de suspenso y terror nacional, seleccionado en competencia oficial en el 3º CICUVI (Toluca, México), en la competencia oficial del MACABRO (México DF, México), en el festival de temática sexual GALLO VERDE (Buenos Aires, Argentina) y ahora en la competencia oficial del 4º FESAALP (La Plata, Argentina). En principio le queda una proyección en FESAALP el día miércoles a las 22hs y luego seguirá su rotación por diferentes festivales nacionales e internacionales.

I.B.: ¿Cuándo vamos a volver a ver realizaciones tuyas en la pantalla grande?
G.L.: Estamos empezando a preparar un proyecto para el año próximo pero no puedo adelantar mucho, solo que seguirá por esta línea de búsqueda personal de mezclar el terror con lo social, con un tema que es mucho más polémico, shockeante y que va a tener grandes escenas de violencia.Mientras tanto estamos terminando la post producción del videoclip “Les cartes de visite” de Pablo Krantz, tenemos otro en carpeta y estamos cerrando varios proyectos de TV.